Cada vez es más cierto aquello de que "el tiempo es oro". El tiempo se ha convertido en un recurso escaso y valioso por lo que gestionarlo de manera eficiente es vital si queremos llegar a todo.
En el trabajo, una adecuada gestión del tiempo es una herramienta fundamental, no se trata de saber qué tareas tenemos que hacer y poner alarmas cuando se acerquen las deadlines. Tenemos que ser capaces de asignar, controlar y optimizar el tiempo de manera eficiente para cumplir con todos los objetivos.
Recuerda que el objetivo es desarrollar tus capacidades. Por lo que es importante adaptar esta estrategia a tus necesidades propias e individuales, toma estos putos como una guía que puedes modificar y adaptar a tus necesiades.
El primer paso para mejorar tu capacidad de gestión del tiempo es entender cómo lo utilizas. Reflexiona sobre tus hábitos. ¿Cuál es tu rutina diaria? ¿Qué actividades te consumen más tiempo? ¿Cuáles son tus mayores distracciones?... Una vez sepas en qué empleas tu tiempo, puedes identificar en que áreas puedes ser más eficiente.
Además, con esta información podemos proponernos otras metas como controlar el tiempo que pasamos en redes sociales o aumentar el que pasamos haciendo deporte.
Este es el pilar de una buena gestión del tiempo. Hay que identificar qué tareas o responsabilidades son las más importantes, cuáles son secundarias y el tiempo que te necesitas para llevarlas a cabo.
Este proceso puede parecer sencillo pero no siempre lo es. ¡No te rindas! Hay herramientas que te pueden ayudar. Una de las más conocidas es la Matriz de Eisenhower que nos muestra las tareas dentro de una escala de urgencia - importancia. Esto nos permite conocer lo que realmente es prioritario y que puede esperar.
Una vez ya conocemos la prioridad de las tareas, ya podemos empezar a crear el plan de acción. Dedica un tiempo para planificar tu actividades y asignarles un deadline.
Es vital ser realistas al establecer las metas y el tiempo que necesario para cumplirlas. Un buen consejo es extender un poco este tiempo para tener un margen de seguridad, de esta manera, si surge algún imprevisto o alguna tarea se retrasa, no afectará al resto.
¡No olvides dejar tiempo para descansar! Nadie puede rendir al máximo todo el tiempo, es importante hacer pausas regulares para descansar y recargar energías.
Haz un poco de introspección e identifica las principales distracciones que te impiden aprovechar al máximo tu tiempo, habrá que trabajar para minimizarlas. Estos ejercicios pueden tener muchas formas: desde desactivar las notificaciones en el teléfono hasta usar auriculares para disminuir el ruido ambiental.
Hay muchas maneras de organizar la agenda y gestionar el tiempo para maximizar la eficiencia, quizás te suenen métodos como el pomodoro, flowtime, del ritmo ultradiano, batching... No todos tenemos las mismas necesidades por lo que es importante escoger la metodología que mejor se adapte a ti, aunque no sea la más popular. Elije la que mejor se adapte a tu estilo de trabajo y hábitos personales.
Como en todas las estrategias es muy importante la autoevaluación. Revisa tu progreso ¿Has alcanzado tus metas? Si no es así, quizás la metodología que estás empleando no es la adecuada y hay que ajustarla.
Siguiendo estos pasos de manera consciente y comprometida, mejorarás en tu capacidad de gestión del tiempo y optimizarás tu manera de trabajar.
Ahora que ya tienes una estrategia sólida para empezar tu desarrollo, te mostramos unos cuantos tips complementarios a la estrategia.
Con esta estrategia como guía, podrás desarrollar tu capacidad de gestión del tiempo y trabajar de manera más eficaz. ¡Toma las riendas de tu agenda y reduce tu estrés!